Miré por la ventana y vi como caían las gotas de lluvia. El cielo nublado, el pasto mojado, charcos por doquier... era todo lo mismo. No pasaba mucha gente, ya que, estaba lloviendo, era obvio. Decidí dejar de mirar, pero justo, vi que en la vereda venía un chico con capucha, venia caminando rapido. Miré devuelta,
me llamó la atención. No se le notaba la cara por su capucha, y llevaba su campera negra con unos jeans que se me hacían un tanto conocidos. Los miré y
creí un momento que era el, ese era su jean favorito, el que usaba cada vez que saliamos a comer a algun restaurante lindo. El paró en el porton blanco de mi casa y dejo un sobre blanco adentro de el buzón. Bajé corriendo las escaleras y fui hasta la puerta de mi casa, agarré un paraguas y agarre esa carta sobresalida del buzón, era una carta para mi. Abrí con cuidado para no romper aquel sobre hermoso y leí
esas hermosas palabras que enserio, me impactaron y me enamoraron. Me hicieron tocar el cielo y bajar. Me encantaron y se me caían lagrimas por tan bellas palabras dichas a mi. Guardé la carta en el sobre, y agarré un lápiz y una hoja en blanco, ahora era yo la que iba a enamorar con una carta.
